Son intercambiables, aunque hay sutilezas. Los otros, son los que no soy yo o nosotros, los demás, los que no son éstos -que tengo de referencia- sino aquéllos. Se podría decir que “otros” viene referido a un grupo más conocido y “demás” a lo que queda fuera de lo conocido sin importarme qué sea (esta es la sutileza).
En este sentido alguien podría hablar, por ejemplo, de los médicos sin especialidad afectados por algo (un recorte económico) como de “los otros” y otra persona extender el problema a todo el personal sanitario, esto es, a los demás. Llevado a una conversación:
-Los médicos especialistas no tienen problema, pero los otros sí.
-Los otros, no, (todos) los demás.
Podemos ver qué ocurre (y no pasa nada) si el primero hubiera dicho “los demás”
-Los médicos especialistas no tienen problema, pero los demás sí.
-Y no sólo los demás(, sino más)
El segundo se ha visto obligado a extender el grupo in extremis, entendiendo que el primer “demás” viene referido al grupo “médicos”, ocupando indebidamente la totalidad de lo que queda fuera.