En mi opinión, es posible que tengamos secretos para proteger nuestras familiares. Quizás la sabiduria de que alguien está enferma pueda causar estrés o ansiedad en nuestros hijos. Quizás un hecho del pasado pueda causar daño en una relación. Hay muchas razones para tener secretos y todos no son malos. A veces los secretos que nos quedamos desde otras pueden ser bienes a la vez.