A VECES LAS PERSONAS DISCUTEN Y PELEAN EN VEZ DE
INTENTAR DIALOGAR PARA PONERSE DE ACUERDO. ESTA
HISTORIA NOS CUENTA ALGO PARECIDO QUE LES OCURRIÓ
A DOS PERROS GRANDES.
Antes de comenzar la lectura.
1. ¿Has visto discutir o pelear a niños o niñas?
2. ¿Conoces a niños o niñas violentos?
3. Intenta adivinar lo que les ocurrió a los perros grandes y al
perrito de esta historia.
Presta atención a la lectura de tu profesor.
Érase una vez un perrito que encontró un hueso. Enseguida llegó un
perro más grande, que le gruñó, le enseñó los dientes, lo miró con
ojos amenazadores y le quitó el hueso. El perro grande quería
comerse el hueso. Pero entonces llegó otro perro grande que también
quería el hueso.
Los dos perros grandes se pelearon gruñendo, se enseñaron los
dientes y se miraron con ojos amenazadores. Se movían en círculo
alrededor del hueso y cada uno quería echarle la boca al otro.
Entonces el perrito se metió entre los dos perros grandes, cogió el
hueso y salió corriendo. Los dos perros grandes no se dieron cuenta
de nada. Seguían corriendo en círculo, gruñendo, enseñándose los
dientes y mirándose con ojos amenazadores, y Pero ya no había
ningún hueso! Porque, a esas alturas, ya se lo había comido el perrito.