Buchón es uno de esos términos que pueden entenderse de manera muy diferente según la región. La misma palabra generará reacciones distintas según se pronuncie en España, México o Argentina, por citar tres países.
La primera acepción que recoge la Real Academia Española (RAE) asocia el concepto a las palomas. Cuando estas aves son buchonas, tienen la capacidad de hinchar o abultar su buche de una manera exagerada.
En un sentido similar, puede calificarse como buchón a la persona que exhibe un bocio prominente. Estos sujetos, por lo tanto, tienen la glándula tiroidea de un tamaño mayor al habitual.
Buchón, por otra parte, es un regionalismo que se emplea en México para referirse de manera despectiva a los campesinos de Sinaloa que están involucrados en el negocio del tráfico de drogas.
En Argentina, por último, un buchón o botón es una persona que delata a otra, denunciándola a sus espaldas o contando sus secretos. Por ejemplo: “La policía pudo capturar al delincuente gracias a un buchón que compartió información muy valiosa”, “Juan es un buchón, nunca más le voy a contar algo privado”.