En esta autobiografía la autora relata con una prosa excepcional las diferentes etapas de su vida. Su niñez y adolescencia en las montañas de Idaho con su familia mormona. Los cuales se preparaban para el fin del mundo. Tara no asistió a la escuela y en cambio tuvo una mínima educación en casa. A los 17 años, imaginando un futuro diferente, tocó las puertas de una educación que sin que ella lo imaginara la llevaría a cuestionarse quién en realidad era ella.