Los gestos -complementos de la palabra y en contadas ocasiones sustitutos de ellas- son los movimientos que hacemos "a propósito" por alguna parte de nuestro cuerpo: la cabeza, los hombros, los brazos, o las manos para demostrar o reforzar lo que decimos.
Los gestos, generalmente, son espontáneos no se sujetan a ningún tipo de normas.
El gesto y la expresión corporal es una forma muy personal, y va más allá de la palabra, es un desahogo íntimo y cada uno lo usa de acuerdo a su modo de ser.
En la vida cotidiana, una persona puede, sin hablarnos, comunicarnos una expresión de simpatía, de hostilidad, de desdén o de indiferencia, por sólo el movimiento de sus hombros, de sus manos, su cara, o sus cejas...
Henry Bergson dijo: "En todo orador el gesto rivaliza con la palabra, el gesto corre detrás del pensamiento y procura, él también, servir de intérprete."