La Ciudad de México está llena de lugares que bien podrían describirse como mágicos. Calles, museos, monumentos y avenidas inundan los alrededores de la capital mexicana. Una de las avenidas más largas y emblemáticas de la Ciudad es, sin duda, Paseo de la Reforma, que va desde el poniente de la ciudad, en donde se conecta con Constituyentes, hasta el centro con dirección al norte, conectándose con las calzadas de Guadalupe y de los Misterios, recorriendo 14.7 kilómetros de longitud.
A lo largo de su historia han ocurrido importantes acontecimientos, además de que es centro frecuente de manifestaciones populares y conciertos en donde se han reunido miles de personas. A lo largo de la avenida, que se podría considerar incluso la más importante del país, se pueden encontrar destacados recintos y monumentos, como la Fuente de la Diana Cazadora, el Ángel de la Independencia (el cuál es tomado como un referente icónico de la capital mexicana), la Torre del Caballito, la Bolsa Mexicana de Valores, la Torre mayor, la Estela de Luz, entre muchos otros. Es un lugar que no puede faltar en las visitas de los extranjeros que vienen a nuestro país.