Una Mariposa con el Estómago Abierto Ellie la mariposa quería ser amada. Pero, en su opinión, si algo andaba mal con su cuerpo, nadie la amaría. Por supuesto, algo andaba mal con su cuerpo. El cabello de Ellie se estaba adelgazando y tenía miedo de tener que afeitarse la cabeza porque ya no podía ocultar todo el blanco. Además, no podía ir al baño sin problemas estomacales. Siempre estuvo estreñida. No importaba lo que comiera, su digestión era mala. Peor aún, sus períodos cesaron debido a la pérdida de peso. No quería tener hijos, pero se sentía una mujer más ideal y con capacidad para tenerlos. Sintió que su belleza había desaparecido y sin ella nadie la amaría. Ellie tenía el amor de su familia y amigos, claro, pero eso no era lo que quería. Ella quería un amor romántico. Sin un cuerpo ideal, no lo encontraría. Qué era la vida sin amor? Ya tenía suficiente miedo por todo el mundo. Pero, un día, intentó algo que quería probar por sí misma: se comió un tamal. No estaba segura de por qué tenía tantas ganas de probar un tamal, pero sabía que era algo que nunca antes había probado a pesar de ser un platillo mexicano "básico". Sin embargo, tenía miedo de que demasiado queso pudiera ser peligroso para su cuerpo porque no manejaba bien la lactosa. También temía que la carne de cerdo no fuera bien recibida porque a ella no siempre le gustaba la carne. Sus miedos estaban equivocados. El tamal salió humeante. No parecía especial con queso esparcido al azar sobre la salsa roja, pero olía cálido. Se comió el tamal felizmente y le gustó. Ellie nunca ha conocido a nadie que decidiera comerse un tamal en un restaurante mexicano además de ella misma. La mayoría de la gente tiende a elegir platos más elaborados con carnes, mariscos, frijoles, arroz y más delicias imaginables que un solo tamal en un charco de salsa roja. El plato que eligió no era bonito, pero estaba delicioso. Tal vez ella podría tener ese tipo de belleza para alguien en el mundo que no la supiera.