¿Te estás planteando comenzar a aprender chino? Es una decisión muy acertada, como pronto tendrás la oportunidad de descubrir. Este idioma cuenta con 1200 millones de hablantes. Por lo tanto, se sitúa en el número dos del ranking de lenguas más habladas del mundo.
Además, aprender chino mandarín se traduce en otras ventajas. Entre ellas, que aumenta tus posibilidades de encontrar trabajo. No menos relevantes son las de permitirte descubrir y sumergirte en una nueva cultura.
Pese a ello, debes tener en cuenta que su estudio no está exento de algunas dificultades. Las abordamos en esta entrada. También te recomendamos que recurras a italki si, una vez que las conozcas, sigues queriendo aprender chino.
Estas son las dificultades a las que te enfrentarás al aprender chino
Cuando te inicies en su aprendizaje, serás consciente de las complicaciones a las que te enfrentas. Seguro que ya sospechas cuáles serán las primeras que padecerás. Otras no las imaginas aún. Te avanzamos unas y otras.
1. La escritura
Es la primera que se te ha venido a la cabeza y, en efecto, es una dificultad. De hecho, representa uno de los desafíos a los que habrás de enfrentarte. Los caracteres empleados en esta lengua difieren mucho de las letras que estás acostumbrado a utilizar en español. Lo mismo sucede con otras lenguas.
No encontrarás uno por cada letra. Todo lo contrario, se cuentan por millares y pueden llegar a representar incluso una palabra al completo. Por lo tanto, cuando te encuentres ante uno desconocido, no sabrás cómo pronunciarlo ni su traducción.
¿Cuántos caracteres existen en la actualidad? No podemos decirte una cifra concreta, pero los estudiosos aseguran que superan con creces los cien mil. En el diccionario de variantes de caracteres chinos publicado por el Ministerio de Educación de Taiwán se reúnen 106 230 caracteres.
¿Qué número de caracteres deberías dominar para comunicarte con cierta soltura en chino? Los expertos los cifran en aproximadamente 3000 caracteres. Es la cantidad mínima para poder realizar comunicaciones básicas cotidianas. Puede que, en un principio, te parezcan muchos. Sin embargo, si los comparas con los que utilizan los chinos en determinados momentos, no lo son tanto:
- Número de caracteres que dominan los niños: 3500.
- Los que han aprendido al acabar la educación básica: Entre 5000 y 6000.
Para que seas capaz de valorar tus progresos, puedes guiarte por esta correspondencia:
- Si estudias 28 caracteres, tu comprensión general del idioma será del 20 %.
- Si aprendes 163, tu dominio será del 50 %.
- Si asimilas 243, abarcarás un 60 %.
- Con 363, el porcentaje asciende al 70 %.
- Con 560 caracteres aprendidos, el dominio se eleva al 80 %.
- Si son 950, sube al 90 %.
- Llegar a los 6359 se traduce en un 100 %.
2. Los tonos
Es otra de las dificultades a las que tendrás que hacer frente en tu aprendizaje. El chino es un idioma tonal, mientras que otros, como el inglés y el español, no lo son.
¿Qué significa que una lengua es tonal? Que en función del tono que se emplee, una palabra puede tener diferente significado. También existe la posibilidad de que varíe el significado de una frase por completo. De ahí la complejidad a la que hacemos referencia.
¿Cuántos tonos existen en el chino mandarín? Un total de cuatro tonos, a los que hay que sumar el denominado neutro. ¿Cómo se pueden distinguir?
- El primer tono se caracteriza por ser sostenido y, en consecuencia, no tener variación alguna.
- El segundo tono va de uno bajo a otro alto en su conclusión. Te recordará al que usas en español cuando realizas una pregunta.
- El tercer tono comienza con uno medio para, a continuación, bajar y mucho. Acaba, por el contrario, alto.
- El cuarto tono va de uno agudo a otro bajo, con el que finaliza.
- El tono neutro es corto, por lo que se usa, sobre todo, en partículas auxiliares.
Si esta variación te parece difícil de asimilar, te advertimos que se complica un poco más. Así, cuando tengas ante ti dos frases en tercer tono, la segunda pasará a tener un segundo tono.
¿Por qué es importante dominar los tonos? Para asegurarte de que el mensaje se corresponde con lo que quieres expresar. De lo contrario, el acto de comunicación habrá fracasado. Puede dar lugar a equívocos de imprevisibles consecuencias.
¿Qué ocurrirá si no eres capaz de diferenciar el tono y no aciertas a saber su significado? En este caso, deberás guiarte por las pistas que te deja la conversación. El contexto es clave.
3. Los diferentes dialectos y los acentos
El paisaje lingüístico de China representa una complicación añadida a las que acabas de conocer. En el país, como ocurre en España, existen distintos acentos que se corresponden con determinadas regiones muy concretas. Las diferencias han de ser tenidas en cuenta. Puedes familiarizarte con aquel de la ciudad a la que planees viajar.
A esta variación hay que añadir la existencia de dialectos. ¿Qué ocurre con ellos? De nuevo, lo mismo que dentro de las fronteras españolas. Dificultan aún más el poder comunicarte con los habitantes del país. Estos dialectos cuentan con diferente grado de correspondencia con el chino mandarín. Mientras unos se asemejan mucho al idioma oficial de la nación, otros, por el contrario, parecen un idioma muy diferente al original.
No dejes que este factor te quite el sueño y céntrate en estudiar el que podría calificarse de chino estándar. Nos referimos al habla común. Es el mismo chino que se aprende desde la más tierna infancia en los centros de enseñanza del país. No importa por dónde se repartan dentro de su geografía. De esta manera, lograrás hacerte entender por los habitantes de China. Procura que ellos te hablen, igualmente, en este idioma para facilitar tu conversación con ellos.
4. El vocabulario
Cuando te inicias en el estudio de cualquier idioma, conoces de antemano algunas palabras que incluye su vocabulario. De este modo, antes incluso de asistir a tus primeras lecciones de inglés, sabrías decir diferentes términos. Desde hello hasta business, sin olvidar otros tan usados como well, day, work, year, people, like, time, only, now, etc.
Otro tanto sucede con el francés, el italiano y el resto de las lenguas que tienen su origen en el latín. Su raíz es común y el español te permite tener ciertas nociones de cómo se construye el vocabulario. Supone una ventaja con la que, desgraciadamente, no contarás en el caso del chino. No es un idioma que derive del latín ni guarde similitudes de ningún tipo con el español.
En consecuencia, partirás de cero a la hora de aprender el vocabulario, incluido el considerado como más básico. De hecho, es muy probable que ahora mismo, antes de comenzar su aprendizaje, no sepas decir ninguna palabra en chino.
A pesar de ello, ni esta ni las anteriores dificultades que hemos enumerado deben desanimarte. Todo lo contrario. Busca la motivación que precisas para lanzarte a estudiarlo. Las complicaciones iniciales acabarán por ir desapareciendo a medida que consigas comprenderlo y dominarlo cada vez más.
Por ello, anímate a hacer la prueba. Te aconsejamos optar por un método que te facilite su aprendizaje y que se adapte al máximo a tu ritmo. Pronto tendrás la oportunidad de comprobar los efectos.
Un profesor de chino particular online es la clave para aprender el idioma
A la hora de elegir el método de estudio que necesitas, el más efectivo es el centrado en un profesor de chino particular por Internet. Te permitirá dominar esta lengua en el menor tiempo posible. ¿Por qué ibas a elegir otra opción que requiera de más tiempo para alcanzar tu meta?
Además, la enseñanza con un docente que imparte sus clases en línea lleva aparejada otras ventajas muy interesantes. La comodidad y la flexibilidad son claves.
Para empezar, te permiten elegir:
- Su tema (chino comercial, chino a nivel oral, su escritura…).
- El día y la hora en las que las recibes a lo largo de la semana o el mes.
- El lugar desde el que las sigues, siempre y cuando dispongas de cobertura.
- Quién es el profesor que las imparte, teniendo en cuenta su curriculum vitae.
Otros de los beneficios de los que disfrutarás son:
- Pagarás por las clases recibidas únicamente, en lugar de tarifas fijadas de antemano.
- Marcarás el ritmo de avance de las clases en función de tus progresos.
- Te ahorrarás tiempo y dinero en desplazamientos a centros de estudio.
- El profesor centrará su atención 100 % en ti, sin compartirla con otros alumnos
- Podrás formular todas las preguntas y dudas que desees sin temor ni vergüenza.
En definitiva, aprender chino mandarín conlleva una serie de dificultades de diferente grado. Pese a ello, superarlas será más sencillo con un profesor particular a través de Internet.
Si estás decidido a aprender chino, no lo pienses más y da el paso hoy mismo. Aprende chino recurriendo a los servicios de italki. No dudes en ponerte en contacto con nosotros si deseas disponer de más información sobre cómo funciona nuestra plataforma.